¿Alguna vez te imaginaste pirata? ¿Y un investigador de lugares insólitos y ocultos a todas las miradas? Al encontrarte en la cueva de Sant Josep, situada en la localidad de La Vall d'Uixó, a 35 km al sur de la ciudad de Castellón (Comunidad Valenciana), te sientes por primera vez un viajero "de verdad", inmerso en la eternidad y el infinito.

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Visitaremos el río subterráneo más largo de Europa, nos sumergiremos en las entrañas de la Tierra, navegaremos en un barco y solo escucharemos a nuestro corazón, latiendo con deleite, disfrutando de las vistas del silencioso río, de las rocas y grutas de cuevas que el río pulió durante milenios. Solo aquí es posible comprender cómo los humanos vivimos muy poco en comparación con las milenarias estalactitas y estalagmitas, que antiguamente solo escuchaban el silencio mezclado con el murmullo del agua y los ecos creados por las gotas de agua que caían y se disolvían en las aguas del río, no durante 35 minutos, como nosotros, durante un viaje bajo tierra, sino durante siglos... Un paisaje subterráneo de una belleza inexpresable, con intrincadas imágenes de piedras congeladas (medusas, la silueta de un perro, tentáculos de un cangrejo), que, por supuesto, solo se pueden ver ahora gracias a la extraordinaria iluminación de las cuevas que vemos hoy, ¡y es sin duda una oportunidad fantástica!

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La profundidad del río cambia a medida que te adentras, así como las bóvedas de la cueva: son altas y parece que estás en la sala de conciertos, luego se estrechan tanto que tienes que agacharte en la barca para no tocar las estrechas aberturas de la cueva. Por desgracia, no se puede cruzar todo el río, y solo pueden recorrer en barca casi 2 km del río, y también les dejan caminar con los pies, sintiendo el suelo bajo los pies.